¿Quieres sentirte seguro en una Comida de Negocios? Sigue este protocolo de buenas maneras y estarás más cerca de obtener tus objetivos.
“A toda buena apariencia, deben acompañar unos buenos modales. De nada vale la “calidad” de la ropa, si no va acompañada de calidad humana.”
La buena presencia, el ser y sentirnos agradables a la vista de los otros, nos hace personas más seguras de nosotros mismos, lo cual mejora en gran medida nuestro desarrollo personal, profesional y social. Tras observar nuestra forma de dar la mano y nuestra mirada, el observador prestará finalmente atención al tono de voz. Con esto se habrá configurado tu “foto externa” y con lo que digas comenzará su juicio psicológico: ¿Ofrecemos o no, confianza? Esta es la famosa “primera impresión”.
El protocolo en un almuerzo de negocios se asemeja mucho a las normas básicas de educación y, sin embargo, a diario se infringen muchas reglas. En muchas ocasiones he notado en este tipo de comidas, el nerviosismo e incluso la ansiedad de personas con las que he compartido mesa, esta situación de inseguridad puede repercutir negativamente en el objetivo que deseas. Los gestos y la comunicación no verbal también influyen en las personas que te observan.
En más de una ocasión, algún amigo o compañero de trabajo, me ha confesado haber metido la pata por desconocimiento o vergüenza, y esta situación ha provocado, primero no disfrutar de la comida con tranquilidad y segundo no saber exponer con seguridad sus propósitos en el negocio objeto de la comida. ¿Te ha pasado a ti también? Te has preguntado en alguna ocasión cosas como:
¿Cómo tengo que actuar en cada momento? ¿Qué hacer con el móvil? ¿Cuándo salir a fumar? ¿Cuándo abordar el tema que me interesa? ¿Y cuándo pagar la cuenta? ¿Cómo utilizar la servilleta? Etc.
Sigue leyendo y aprenderás unas cuantas normas básicas que te permitirán asistir a estos eventos con total seguridad de ti mismo. Además, si las utilizas con inteligencia y tacto (no caer jamás en la prepotencia), siempre con naturalidad, servirán para “romper el hielo” y ayudaras a sentirse más cómodos a los que se sientan junto a ti, prestarán más atención a lo que digas o hagas.
40 NORMAS BÁSICAS. La naturalidad no debe estar reñida con las buenas maneras.
1.- Según las normas de protocolo el primero en llegar al restaurante ha de ser el anfitrión (un poco antes de la hora). Posteriormente llegarán el resto de invitados.
2.- Las tarjetas de visita se intercambian antes de sentarse a la mesa.
3.- Aunque a una comida de negocios se la llame así, en realidad los expertos recomiendan no hablar de negocios hasta el postre. Antes, sugieren tocar temas como los inicios de la empresa, el papel que se tiene en ella, hablar de la familia, aunque sin dar muchos detalles, comentar últimas noticias de prensa, radio o televisión, etc. Si no tienes la confianza suficiente se diplomático con tus comentarios y sobre todo sé sincero y respeta todas las opiniones. Di lo que pienses, pero sobre todo, piensa lo que digas.
4.- ¿Cuál es mi sitio? Te han invitado a una comida formal en un restaurante y una vez pasados a la mesa, no sabes dónde sentarte. El invitado tendrá que esperar a que el anfitrión le señale su sitio para, luego, elegir la comida siguiendo la pauta marcada por éste.
5.- La silla se bordea por la derecha.
6.- También sugiere a las mujeres no posar el bolso en el suelo, sino colgarlo en el respaldo de la silla o dejarlo en guardarropía.
7.- Si el adorno de la mesa molesta porque dificulta la vista de los otros comensales u otro motivo, puedes pedir que lo retiren.
8.- La servilleta se coloca sobre la pierna doblada por la mitad. Nunca se coloca al cuello, como un babero. Sólo la utilizaremos en los momentos debidos; es decir, antes y después de beber, ya que de esta manera evitamos que se ensucien las copas, y para limpiarnos de cualquier mancha o resto de comida. Nunca para limpiar una copa o un cubierto (y mucho menos, claro está, para secarse el sudor, sonarse la nariz, etc., para ello, solicita discretamente al camarero un pañuelo de papel o sencillamente excúsate y ve al servicio).
9.- Los codos, fuera de la mesa, sólo se apoyan los antebrazos y las manos deben estar siempre visibles, a excepción de la cultura árabe islámica que comen con la mano derecha porque la izquierda se utiliza para la higiene considerándose impura, y la inglesa que sitúa sobre el regazo la mano que no utiliza el cubierto. Puede tolerarse apoyar los codos cuando no se come, entre plato y plato o en el café, pero sin dar la sensación de soporte.
10.- Se recomienda pedir consejo al anfitrión sobre qué plato escoger y nunca pedir mayor cantidad ni de un precio superior a lo que elija él.
Si no se poseen suficientes conocimientos sobre los platos o los vinos, lo adecuado es pedir asesoramiento a los profesionales de la sala. Asimismo, es preferible preguntar el significado de algún término de la carta que se desconozca con el fin de evitar desagradables ‘sorpresas’ posteriores. Si se pide carne o pescado no olvides señalar el punto (más o menos hecho) al que lo deseas.
11.- La comida la servirán por el lado izquierdo del comensal y se retirará por la derecha. Siempre se deberá facilitar esta labor a los profesionales de la sala. Las sopas, caldos y bebidas nos las servirán por la derecha.
12.- No empezar a comer hasta que todo el mundo esté servido. Nunca se empieza a comer hasta que lo hace el anfitrión que debe ser el último en ser servido.
13.- Si nos tenemos que servir nosotros, la fuente nos llegará sostenida por la izquierda, tomaremos los cubiertos de la fuente, nos serviremos la porción situada más cerca de nosotros y depositaremos los cubiertos en la fuente. No rebuscar en la bandeja “a la caza y captura”. Una vez nos hemos servido, tomamos la bandeja para que se sirva el comensal de nuestra derecha.
14.- No se sopla la comida por muy caliente que esté.
15.- Las sopas se toman moviendo la cuchara del exterior al interior del plato. Nunca hacia el comensal.
16.- No debe mirarse el plato de los demás ni observarlos como comen.
17.- Al beber no enarboles el dedo meñique como si estuvieras señalando algo.
18.- Es incorrecto cortar toda la carne de una vez, no eres un niño pequeño.
19.- En el segundo plato y el postre deberá esperarse a que toda la mesa esté servida, aunque en este caso ya no es necesario que el anfitrión dé permiso para empezar. La consabida frase de que en el segundo plato no se espera a los demás es pura leyenda urbana, según los expertos en protocolo.
20.- Si quien invita a comer pide vino deberemos acompañarle, aunque sólo nos mojemos los labios.
21.- Levantarse para fumar está terminantemente prohibido.
22.- La cuenta se pagará siempre con tarjeta de crédito porque el invitado no tiene por qué saber cuánto ha costado. Y nunca debemos pelear por pagar: es mejor un «gracias, la próxima vez invito yo».
23.- NO dejar el móvil sobre la mesa. Los teléfonos deben silenciarse y guardarse en un sitio no visible.
24.- Quitarse la americana. Un hombre nunca se quitará la chaqueta en la mesa.
25.- Cada cubierto tiene una misión (por ejemplo, el de la mantequilla, es sólo para eso y para nada más). En cuanto a su utilización, se comenzará por los situados más al exterior y de ahí hacia el centro.
26.- ¿Cómo coloco los cubiertos entre bocado y bocado? Se disponen a ambos lados del plato (uno en la posición de las 8 del reloj y el otro en disposición de las 4). Cuando se ha finalizado, aunque quede comida, se dispondrán en paralelo, en el centro del plato y juntos, en posición vertical.
27.- ¿Cuál es mi pan? El plato del pan se encuentra a la izquierda, más o menos a la altura de las copas, sobre un platito auxiliar. Conviene que sea de una pieza. No te equivoques al cogerlo, porque se lo estarás ‘robando’ a tu compañero de mesa. El pan no debería tocarse hasta que se ha servido la comida.
Se trocea con los dedos, no con el cuchillo. Se irá troceando a medida que lo vamos comiendo. No resulta educado llevarse a la boca trozos de pan demasiado grandes. Por supuesto, jamás se tomará a mordiscos. Tampoco es correcto toquetearlo o jugar con él (pellizcarlo, hacer migas…).
28.- Aunque la salsa que nos han servido sea deliciosa es preferible evitar mojar el pan en ella. Sólo en caso de mucha confianza se pone un pedazo de pan en el tenedor y se unta discretamente. No resulta demasiado elegante dejar el plato totalmente limpio.
29.- En la mesa no se deben usar mondadientes. Si un pedacito de alimento se ha metido entre tus dientes, discúlpate y ve al servicio a quitártelo sin dar más explicaciones.
30.- Tampoco es correcto beber ningún líquido mientras se tenga todavía comida en la boca.
31.- No utilices el mantel o la servilleta para limpiar los cubiertos. Si están sucios, pide que te traigan otros.
32.- ¿Qué hacer con la servilleta una vez he terminado de comer? Mucha gente la dobla y la coloca a la derecha del plato, pero esto no es correcto ya que puede confundir y hacer pensar que la servilleta no se ha usado durante toda la comida. Así, lo idóneo es cogerla y dejarla tal cual, es decir un poco arrugada, a la derecha del plato colocándola por el lado que menos la hayamos ensuciado.
33.- ¿Cómo cojo la copa de vino? Las copas deben ser cogidas por el pie y no por la copa propiamente dicha, ya que así estaríamos calentando la bebida.
34.- Me apetece probar la comida de un compañero de mesa, ¿cómo lo hago? Si deseas probar la comida de otro comensal, evita hacerlo cogiendo un poco con el tenedor y llevándolo por encima de la mesa hasta su sitio. Es más correcto pasar el plato de pan a esa persona y pedirle que deposite ahí unas cucharadas o trozos de alimento que deseas probar. O bien, pedir un plato y cubierto al camarero.
35.- Los espárragos… ¿con la mano o con cubiertos? La forma más correcta es con las manos. Se toman por la parte del tallo con los dedos, se mojan en la salsa, si hay, y se introduce la parte humedecida en la boca, dando un bocado y sin chupar. Si llevan salsa caliente por encima o están gratinados pueden comerse con tenedor.
36.- ¡Cuidado con la postura! Es importante mantener una postura correcta durante toda la comida. Aunque parece una obviedad no está de más recordarlo ya que, a veces, nos descubrimos acercando demasiado la cabeza al plato y llevando la boca al cubierto en lugar del cubierto a la boca.
37.- A la hora del café, no mantengas la cucharilla en la taza mientras lo estás bebiendo. Tampoco es muy educado hacer demasiado ruido con la cucharilla al remover el azúcar o edulcorante.
38.- Si el anfitrión pide una copa, lo correcto es acompañarlo. Será él quien marque el fin de la reunión.
39.- ¿Qué regalo llevo si es en casa del anfitrión? Si no se trata del cumpleaños o santo de uno de los anfitriones puedes escoger entre flores, dulces, libros, vino…
40.- Tengo que escoger un restaurante. El principal propósito del almuerzo es hacer negocios, por lo que es primordial buscar un sitio con un ambiente relajado, que no esté ni demasiado lleno, ni demasiado vacío. En un sitio poco concurrido, la gente se inhibe y lo que se busca es que la conversación se pueda desarrollar de forma cómoda. Los restaurantes de hotel son una buena elección, pues no suelen estar abarrotados y están acostumbrados a lidiar con este tipo de comidas.
Una última sugerencia. No digas “chin-chin” al brindar, no se considera de buen gusto. Limítate a levantar tu copa a la altura de tus ojos y a sonreír. Yo, desde aquí, la levanto por todos vosotros.